La posesión y propiedad no son lo mismo, aunque pueden ser conceptos complementarios. Se puede ostentar la posesión de un bien sin ser propietario de manera legítima o sin justo título, y también, ser propietario sin ostentar la posesión por las mismas razones.

Aquí radica una pertinente aclaración que nos permitirá entender las causas de muchos conflictos de intereses en torno a los derechos relativos a la relación entre las personas y las cosas.